Entre octubre de 1981 y febrero de 1982, miles de niños y jóvenes nos plantábamos los domingos después del Telediario frente al televisor para ver una de las series más famosas de la televisión: "Verano azul". Esa pandilla de amigos de vacaciones en Nerja se convirtió en parte de nuestras vidas hasta que el 14 de febrero de 1982 (vaya día), Chanquete nos dejó para siempre. Qué día más triste, madre.
Con Chanquete muerto y enterrado, algunos de los protagonistas de la serie siguieron la evolución natural del medio: cuando uno se hace famoso en la tele, acto seguido, canta. Hay ejemplos a patadas.
Los dos guaperas de la serie, Pancho y Javi, montaron (o les montaron) un dúo musical con un nombre original donde los haya: "Pancho y Javi"; Tito y el Piraña montaron otro llamado "Los Pirañas"; hasta Chanquete grabó un LP después de muerto: "Qué bonito es navegar... con Chanquete". Ninguno de los proyectos tuvo mucho éxito, pero tampoco me extraña.
En este post me voy a centrar en el dúo de Pancho y Javi (Tito y Piraña se merecen un post aparte). Supongo que la intención de los productores era aprovechar el fenómeno fan creado con la serie, seguir haciendo babear a todas aquellas jovencitas que se hubieran tirado de los pelos por ser Bea en algún momento de sus vidas, pero con actuaciones como esta me parece lo más normal que la cosa no saliera a flote. Ver a los dos guaperas cantando una canción ñoña disfrazados de domadores de circo y bailando en plan movida ochentera no puede llevar a nada bueno. La carita de los niños del público lo dice todo. Yo creo que fue más duro superar esto que la muerte de Chanquete.
Con Chanquete muerto y enterrado, algunos de los protagonistas de la serie siguieron la evolución natural del medio: cuando uno se hace famoso en la tele, acto seguido, canta. Hay ejemplos a patadas.
Los dos guaperas de la serie, Pancho y Javi, montaron (o les montaron) un dúo musical con un nombre original donde los haya: "Pancho y Javi"; Tito y el Piraña montaron otro llamado "Los Pirañas"; hasta Chanquete grabó un LP después de muerto: "Qué bonito es navegar... con Chanquete". Ninguno de los proyectos tuvo mucho éxito, pero tampoco me extraña.
En este post me voy a centrar en el dúo de Pancho y Javi (Tito y Piraña se merecen un post aparte). Supongo que la intención de los productores era aprovechar el fenómeno fan creado con la serie, seguir haciendo babear a todas aquellas jovencitas que se hubieran tirado de los pelos por ser Bea en algún momento de sus vidas, pero con actuaciones como esta me parece lo más normal que la cosa no saliera a flote. Ver a los dos guaperas cantando una canción ñoña disfrazados de domadores de circo y bailando en plan movida ochentera no puede llevar a nada bueno. La carita de los niños del público lo dice todo. Yo creo que fue más duro superar esto que la muerte de Chanquete.
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